Shownotes
Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya que ver con los ídolos? (Yo le atenderé, y miraré por él) Yo soy como un ciprés frondoso (de mí será hallado tu fruto).
(Oseas 14:8 RVR1977)
Distancia y restauración
Este versículo es como un diálogo entre Efraín y Jehová. En él, Efraín resuelve con felicidad: ¿Qué más tendré ya que ver con los ídolos?» Entonces Jehová responde: «Yo lo oiré, y [lo] miraré» (RVR1960). ¿Quién fue el primero en ver las canas y el corazón errante? Jehová (Oseas 7:8-9). ¿Quién fue el primero en ver los primeros síntomas de restauración? Jehová. «Yo lo… miraré». ¿Quién fue el primero en observar la partida del hijo pródigo y extrañarlo en la mesa paternal (Lucas 15)? ¿Quién fue el primero en esperar su regreso? «Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió» (Lucas 15:20). ¿Quién fue el primero en discernir el declive del primer amor en Éfeso (Apoc. 2:4)?
El problema es que podemos estar tan ocupados con nuestras bendiciones que nos volvemos orgullosos de ellas. ¿Hay algo peor que el orgullo espiritual? Efraín continúa diciendo: «Yo soy como un ciprés frondoso». No existe ni una sola gracia o misericordia que no provenga directamente del corazón de Dios (Sant. 1:17); fuera de Él no poseemos nada. Así que Jehová le responde a Efraín: «De mí será hallado tu fruto». Puede haber vida, pero muy poco fruto –el fruto es un resultado de la comunión con el Señor. «Separados de mí nada podéis hacer», nos dice el Señor Jesús (Juan 15:5). De igual manera, Dios nos dice aquí: «De mí será hallado tu fruto».
Efraín no se había dado cuenta de sus canas (7:9); de igual forma nosotros, si nos alejamos de Dios, no nos damos cuenta de nuestra condición; pero la gracia opera en nuestros corazones y nos hace volver a Dios. ¿No dependemos de Él para la restauración de nuestra alma cada día? ¿Qué animal puede ser más propenso a andar errante como una oveja? ¡Y qué necia se siente cuando se ve sola en los desiertos desolados y las áridas montañas de este mundo! Pero el pastor es quien va a buscarla y la trae de vuelta. ¡Permanezcamos apegados al Señor con todo propósito de corazón!
C. J. Davis