Tendemos a pensar que Dios es, o bien amoroso o bien justo, pero a veces nos resulta difícil verlo como ambas cosas. Jesús muestra tanto el amor como la justicia a través de la cruz. Al igual que el cordero de la Pascua nos muestra el amor de Dios por su pueblo, Jesús nos muestra su amor yendo a la cruz como sustituto de nosotros. Esta plaga nos muestra la justicia de Dios contra el pueblo egipcio, pero Dios vierte su justicia contra nosotros en su único hijo, Jesús. Estamos llamados a compartir ese amor y esa justicia con los demás.

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