Shownotes
El Señor sigue hablando a su pueblo de manera directa, exhortándolo a que escuchen su voz y camine por la senda que Él les va mostrando. Remarca la importancia de no ser sordo a la llamada de Dios, pues, así como Él es fiel y auxilia a su pueblo, tiene la esperanza de que su pueblo sea dócil y obediente a sus mandatos. Del libro del profeta Jeremías, Capítulo VII, versículos del 23 al 28 .
Cápsulas para meditar sobre la Palabra del día con Alexander Zatyrka, SJ.