Infancia: Nació el 18 de abril de 1983 en Maracay, Venezuela. Criado en una familia humilde, su madre, Gregoria Torres, y su padre, Miguel Cabrera Sr., le transmitieron su amor por el béisbol desde una temprana edad.
Inicio Prometedor: Demostró talento pelotero bajo la guía de su tío y mentor, David Torres. También brilló en torneos de volibol.
MLB: Firmó con los Marlins de Florida a los 16 años por 1.8 millones de dólares.
Debut: Llegó a Grandes Ligas a los 20 años, donde sorprendió con su habilidad para conectar homeruns y limpiar bases. Lograría la Triple Corona de Bateo en 2012. También representó a la selección venezolana.
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Su madre, bateadora de poder en el equipo nacional de softball, y su padre - lanzador amateur - le enseñaron a jugar beisbol desde los tres años.
Tanto católico como practicante de santería, debutó tras un pelotazo que sufrió el segunda base de su equipo. Huyó a la cerca. El miedo le duró un año.
“Se ponía a llorar, no quería ir a las prácticas; sin embargo, al ver a los niños entrenar, se entusiasmó y volvió al estadio”.
Su infancia, dura y humilde, lo hizo disciplinado y luchador. Recibía consejos de David Concepción, pero su jugador favorito era Manny Ramirez. Adoptó su #24.
Participó en la Liga Mario Briceño Iragorry bajo la escuela de su tío y mentor David Torres, quien le enseñó a batear hacia jardín derecho.
A los 13 años anunció su deseo de convertirse en pelotero profesional. Para lograrlo, estudiaba en el Liceo Andrés hasta la 1, comía y luego practicaba beisbol hasta las 6 de la tarde.
También amaba el voleibol, aunque su padre le prohibió jugarlo para cuidar su brazo. Lo practicó a escondidas, huyendo de fotógrafos y reporteros cada que ganaba torneos.
Brilló en el Panamericano de St. Louis, Estados Unidos en el ‘97. Gilberto Mendoza, entonces presidente de la Asociación Mundial de Boxeo, lo felicitó llevándolo a su cena anual junto a Evander Holyfield y Larry Holmes.
Jugó con los Tigres de Aragua en la liga invernal venezolana, ganando cuatro de cinco títulos disputados en su carrera.
Scouts de Blue Jays, Marlins, Yankees, Red Sox y Dodgers se interesaron en él. La familia se desveló evaluando opciones. El 2 de julio del ‘99, en el Portón de la Abuela en Av. Las Delicias de Maracay, sorprendió firmando con Marlins por 1.8 millones de dólares. Tenía apenas 16 años.
En junio:
Un año después, tras destrozar a la competencia en su cuarto año de Ligas Menores, debutó contra Rays en las Grandes Ligas.
Con 20 años recién cumplidos, llegó a batear empatado en la novena entrada con dos hombres en circulación. Se fue con out. Fue abucheado.
Respondió con homerun de la victoria en el onceavo inning.
Limpiaba bases con su bat. En postemporada, impulsó tres carreras contra Giants, además de seis carreras impulsadas y tres homeruns contra Cubs.
Ante Yankees en la Serie Mundial, el pitcher Roger Clemens lanzó bola rápida de 92 millas por hora cerca de su barbilla. La esquivó; luego lo miró en señal de desafío. Strike. Strike. Bola. Foul. Foul.
Al séptimo pitcheo conectó homerun de dos carreras. Miami fue campeón en seis juegos.
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Disputó el título de bateo hasta la última jornada. Terminó segundo detrás del shortstop Freddy Sanchez de Pirates.
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Ese diciembre fue cambiado a los Detroit Tigers – junto al pitcher Dontrelle Willis - por seis jugadores, incluyendo al pitcher Andrew Miller y al outfielder Cameron Maybin.
Tras firmar por ocho años y más de 152 millones de dólares, pasó de tercera a primera base.
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Pese a su éxito, su comportamiento extracancha lo metió en problemas.
En octubre:
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En julio:
En pretemporada:
Llevó a los Tigers hasta la Serie Mundial contra Giants. Conectó homerun en el juego 4. Sufrió el último ponche en la baja del décimo inning. Fueron barridos de la serie.
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2017 fue difícil. Jugó el Clásico Mundial de Beisbol con lesión de espalda. Llegó a los golpes con el catcher de Yankees Austin Romine, provocando trifulca entre bancas. Ambos fueron expulsados; Cabrera fue suspendido seis juegos tras apelar.
En septiembre le diagnosticaron dos hernias de disco. Tuvo los peores números de bateo de su carrera.
En abril:
Cinco meses después enfrentó demanda de Belkis Rodriguez por la manutención de dos hijos concebidos fuera de su matrimonio. El Tribunal del Circuito de Orange County le ordenó cubrir 20 mil dólares mensuales y finalizar pagos por la mansión millonaria que le compró.
En junio:
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En noviembre:
Se irá como uno de los mejores bateadores de todos los tiempos, el único con 3,000 hits, 600 dobles, 500 homeruns y Triple Corona de la historia.
Se irá con 12 All-Star, dos MVPs de la Liga Americana, 7 Bates de Plata y futuro Salón de la Fama.
Se irá como un ídolo que unió a Venezuela.
¿Cuál es El Precio Del Éxito? Nadie lo sabe mejor que Miguel Cabrera.
