La historia de Jeroboam en 1 Reyes 12 nos confronta con una advertencia clara y vigente: cuando el liderazgo se separa del corazón de Dios, el pueblo termina adorando sustitutos.

En este mensaje, vemos cómo el miedo, la inseguridad y el deseo de control llevaron a Jeroboam a distorsionar la adoración y a crear un sistema que parecía conveniente, pero que apartó al pueblo del Señor. No fue un rechazo abierto a Dios, sino una modificación sutil que hizo la idolatría más cómoda y accesible.

Este episodio nos invita a examinar nuestras decisiones, nuestras motivaciones y aquello que estamos construyendo. Porque no todo lo que funciona honra a Dios, y no todo lo que es práctico es fiel.

La pregunta permanece abierta: estamos guiando a otros hacia Dios… o hacia algo que solo se parece a Él.

Escúchalo y pregúntate: ¿En qué estás confiando hoy?