Shownotes
La ley sirvió de acompañante hacia Cristo, pero ahora con Cristo ya no necesitamos acompañante. Después de la ley ya no hay distinciones entre personas, pues todas somos una en Cristo.
Gálatas, capítulo 3, versículos 23 al 29.
Cápsulas para meditar sobre la Palabra del día con Alexander Zatyrka, S.J.