Shownotes
Es demasiado fácil llegar a temer a nuestras circunstancias o a las personas en autoridad a nuestro alrededor, creyendo falsamente que controlan nuestro destino. Cuando entramos en temor, terminamos en un círculo vicioso de desesperación. Las bendiciones traen conflictos y los conflictos traen bendiciones. No debemos temer a nuestras circunstancias ni a las personas que parecen controlarlas. Cristo crucificado y resucitado nos recuerda que Dios utiliza lo bueno y lo malo para cumplir su propósito. Sólo necesitamos temer a Dios para vivir.