Hola mis hermanas, ya saben, como siempre, feliz de estar de nuevo con ustedes. Cuando pensaba en el podcast recordé que no les había platicado la historia de cómo todo comenzó, así que en este episodio aprovecho la oportunidad para contarles. Espero que esta historia pueda resonar contigo y veas esas áreas de tu vida en donde estoy segura, el Señor está tocando a la puerta, y esperando a que le abras.

Mi hermana, la vida es demasiado corta para dejar de responder al Señor, si tienes dudas, miedos, inseguridades, o si algo te detiene para seguirlo, no dudes en pedir ayuda, en acercarte a quienes aman, como tú, al Señor y están dispuestos a darte consejo si lo necesitas. No estás sola.

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Llevemos a Cristo a todos los rincones de este mundo.

Un abrazo, 
Beatriz Freymann