Shownotes
Jesús y sus discípulos se embarcaron, pero una fuerte tempestad los azotó. Jesús, dormido, fue despertado y calmó la tormenta con una palabra, sorprendiendo a sus discípulos, quienes se maravillaron de su poder sobre la naturaleza. Evangelio de San Mateo, Capítulo VIII, versículos del 23 al 27.
Cápsulas para meditar sobre el Evangelio del día, con Alexander Zatyrka, SJ.