Shownotes
Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
(1 Tesalonicenses 5:15)
La comunión práctica entre creyentes
Quizás el desafío más grande entre el pueblo de Dios es el llevarse
bien unos con otros. En su carta a los cristianos tesalonicenses (1 Tes. 5:13-19), Pablo nos da algunos consejos para este problema.
Primero. Con la ayuda del Espíritu Santo, debemos esforzarnos por estar en paz con los demás creyentes (v. 13, 19). ¿Cómo? Mirándolos de la misma manera que Dios los ve en Cristo. Háganlo y los verán de una forma diferente.
Segundo. Debemos ser pacientes con quienes nos provocan (v. 14). Pensemos en cuán paciente es el Señor con cada uno de nosotros. La Biblia dice que Él es paciente. A la luz de eso, nosotros también debemos ser pacientes unos con otros.
Tercero. También se nos dice que oremos sin cesar (v. 17). En lugar de hablar con otros acerca de quienes nos irritan, debemos hablarlo con el Señor y orar por los unos por los otros. La acción de gracias está en estrecha relación con la oración (v. 18). Si comenzamos a orar por aquellos con quienes no podemos llevarnos bien, e incluso dando gracias a Dios por cómo obra en ellos, y buscamos ver a Cristo en ellos, entonces comenzaremos a verlos de forma diferente.
Alguien dijo una vez: «Morar con Cristo en lo alto… ¡oh, eso será gloria! Morar con los creyentes aquí abajo… bueno, eso es otra historia». Pero piensen en esto: hubo todo tipo de animales en el arca que Dios le dijo a Noé que construyera. Esa arca es una figura de Cristo. Había osos, leones, corderos, bueyes y muchos animales similares, los cuales, naturalmente, no podrían convivir juntos. Mientras estuvieron en el arca no hubo problema. Si todos permanecemos en Él y somos obedientes a su Palabra y bajo la autoridad del Señor, entonces podremos llevarnos bien entre nosotros.
Tim Hadley Sr.