Luis Manuel Bravo y la vida de un niño nicaragüense nacido en una familia católica devota, el crecer en medio de una familia unida que fomentaba los valores del catolicismo y el amor genuino de una madre hacia con sus 12 hijos, una mamá que fomentó hijos serviciales, el tener un hermano mayor que fungía como rol parental masculino, una familia devota al rezo del santo rosario, el vivir una guerra de guerrillas y tener que esconderse para sobrevivir y no ser reclutado por la guardia nacional del régimen dictador, el pasar un tiempo en constante apoyo a los pobres y viviendo con ellos, el aprender a discernir entre diferentes amistades según su verdadero valor y lo que aportaban a su vida, el alejarse de Dios durante la preparatoria, la conversión de su hermano mayor quien era héroe, una invitación a un retiro por parte de su cuñado, el encuentro con la renovación carismática en el retiro, y el comenzar una vida en el Espíritu Santo que lo llevó a tomar la decisión de consagrarse a Dios a través de la hermandad de los Siervos de la Palabra...