Shownotes
Nuestro orgullo nos hace confiar en nosotros mismos en lugar de confiar en Cristo, y por ello no experimentamos el poder sobrenatural de Dios. Cuando reconocemos nuestra fragilidad y nuestro quebranto, nos humillamos ante Cristo y buscamos su ayuda por fe, Él nos muestra su infinito poder y su extraordinario amor porque se deleita en la fe humilde.
