Shownotes
Jesús llegó a la ciudad de Gadara, donde dos endemoniados poseídos por espíritus malignos lo encontraron. Los demonios suplicaron ser enviados a una manada de cerdos, y Jesús lo permitió. Los cerdos se precipitaron al mar y los habitantes quedaron asombrados. Evangelio de San Mateo, Capítulo VIII, versículos del 28 al 34.
Cápsulas para meditar sobre el Evangelio del día, con Alexander Zatyrka, SJ.