Shownotes
Viernes 12 de Mayo
Ni apagará el pábilo que humeare.
(Isaías 42:3)
La caña cascada y el pábilo humeante (2)
Cuando la mecha de una vela ha terminado de arder, solo chisporrotea y humea; ya no ilumina. Aquí, la palabra humear significa atenuar, apagar o debilitar. Una mecha que ya no arde es inservible, por lo que hay que reemplazarla o desecharla. El «pábilo humeante» representa a las personas cuya vida espiritual está casi apagada: hay más humo que luz. Su testimonio se ha vuelto ineficaz. ¿Cómo se llega a tal punto? Hay varias causas posibles. Cosas como el pecado, el dolor, la lucha, Satanás, o simplemente la monotonía de la vida, pueden llevarnos a un estado espiritual inferior al que teníamos antes de que el Señor nos salvara.
¿Quizás te sientes como un «pábilo humeante»? En algunos casos puede que la luz solo sea parpadeante. Donde antes había un testimonio brillante y luminoso de Aquel que “llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 P. 2:9). En otros puede que haya solo humo. El humo realmente no ayuda a nadie. Huele mal e irrita los ojos. ¿Crees que todavía tendrás la oportunidad de brillar para el Señor? Sí, es posible, porque nuestros fracasos nunca tienen que ser definitivos.
Juan Marcos brilló grandemente en un momento dado, pero luego comenzó a apagarse. Dejó a Pablo y a Bernabé al comienzo de su primer viaje misionero y regresó a su casa (Hch. 13:13). Más tarde, sin embargo, Pablo pudo escribir: “Marcos… me es útil para el ministerio” (2 Ti. 4:11). En algún momento, la luz de Marcos se recompuso, quizás gracias a Bernabé.
El Señor también tuvo compasión de un «pábilo humeante» llamado Pedro (Mt. 26:69-75). Él nunca apagará un pábilo humeante, sino que se soplará sobre él para reavivar su llama. La palabra apagar significa sofocar o asfixiar. El Señor no apagará esta mecha humeante. No la descartará descuidadamente. En lugar de eso, él la limpiará y reavivará su debilitada llama. Volverá a hacernos útiles.
¡El Señor es capaz de avivar la chispa de tu fe hasta convertirla en una llama para su gloria!
Tim Hadley, Sr.