Nuestros 40 días de reflexión y oración han llegado a su fin, es mi esperanza que Dios haya traído sanación y restauración a tu identidad como hijo. Nuestra Señora de Guadalupe ha caminado contigo cada paso del camino y ahora te invita a confiar en su cuidado maternal. Debes hacer el esfuerzo de visitar a Nuestra Señora de Guadalupe
en el día de la Consagración, ya sea una imagen en tu Iglesia, un santuario o incluso en tu casa. Date un momento de descansar en su mirada maternal a la vez que la recibes como su verdadero hijo.
Así como Nuestra Señora de Guadalupe restauró la esperanza y filiación de san Juan Diego, así también ella desea restaurar tu filiación con Dios Padre.
Únete a nosotros en este camino espiritual de 40 días para restaurar nuestra identidad como hijos amados de Dios. A lo largo de esta experiencia, nos prepararemos juntos para consagrarnos a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, su gran fiesta.